ROMA-LOS ÁNGELES.- Un cardenal de la curia romana reconoció el derecho de un cardenal estadounidense acusado de haber encubierto casos de abuso sexual en el seno de la Iglesia Católica de participar en el cónclave que elegirá un sucesor del papa Benedicto XVI. "Es cierto que la situación es extraña, pero se van a respetar las reglas (para la elección del papa)", sostuvo el jurista vaticano y cardenal de curia, Velasio de Paolis, al diario romano. El controvertido cardenal estadounidense, Roger Mahony, antiguo arzobispo de Los Ángeles, "debe decidir de acuerdo con su conciencia si viene" al cónclave, afirmó De Paolis.
La organización estadounidense "Catholics United" pidió a Mahony que no viaje a Roma. También varios medios estadounidenses criticaron la eventual participación del clérigo en el cónclave. En Italia, el semanario católico "Famiglia Cristiana" aborda en su última edición ampliamente y de forma crítica el caso del cardenal estadounidense y lanzó online una encuesta con la siguiente pregunta: "Mahony en el cónclave, ¿sí o no?".
En enero, el sucesor de Mahony -tiene 76 años- como arzobispo de Los Ángeles lo había relevado de todos sus cargos, después de que se publicaran expedientes personales de la Iglesia Católica que demostraron que el cardenal había silenciado casos de abuso sexual.
Mahony ya había renunciado en 2011, por motivos de edad, a su cargo de arzobispo de Los Ángeles.
Sin embargo, como sigue siendo cardenal, puede participar en el cónclave que decidirá sobre la elección del nuevo jefe de la Iglesia Católica, luego de la renuncia de Benedicto XVI a su pontificado, la primera en 700 años en la historia del cristiano.
Tras conocerse el anuncio del papa, que será efectivo el 28 de febrero, Mahony calificó al pontífice alemán como un "extraordinario sucesor de Juan Pablo II" y manifestó su intención de participar en la elección del próximo pontífice.
"Planeo viajar pronto a Roma para agradecer el servicio que ofreció a la iglesia Benedicto XVI y participar en la elección" de su sucesor, indicó en un comunicado.
Desde ese día estalló la polémica ya que el purpurado tendrá que testificar antes de salir hacia Roma, el 23 de febrero, por el caso de abusos por parte de sacerdotes de la archidiócesis que administraba.
Tendrá que responder a los abogados de las víctimas. (DPA-Reuters-especial)